Cansado de la situación, el arquitecto Gustavo Paniagua recurrió a los medios de prensa para denunciar a su vecino, propietario de una hamburguesería ubicada en la esquina de Av. La Paz y Costanera, por constantes episodios de polución sonora.


El comerciante, señalado como responsable, supuestamente reproduce música a alto volumen todos los días, impidiendo el descanso de los vecinos. Pese a las reiteradas denuncias a la Policía, no se habría logrado una solución efectiva.

Frustrado y buscando "hacer justicia por mano propia", Paniagua decidió responder con la misma moneda: colocó también un parlante y comenzó a reproducir música en volumen elevado como forma de protesta. Sin embargo, esta medida no hizo más que empeorar el conflicto, generando aún más malestar en la zona.

Vecinos de la cuadra aseguran estar desesperados por la situación que ya consideran insostenible. Ahora, no solo se quejan del ruido de la hamburguesería, sino también del actuar del propio denunciante, que terminó siendo denunciado a su vez.

Lo más indignante, según Paniagua, es que el dueño del local gastronómico se burla de su reacción, grabándolo y difundiendo los videos, en una especie de provocación que alimenta aún más el conflicto vecinal.

“¿Falta que lleguen a los golpes para que alguien intervenga?”, se preguntan los afectados, que aseguran no saber ya a qué autoridad recurrir ante la falta de respuesta.